Llevábamos dos días fondeados frente a las costas de Isla Rey Jorge sin poder desembarcar a los científicos que debían tomar un avión hacia Punta Arenas, ya que las condiciones climáticas impedían el aterrizaje de aviones en el pequeño aeródromo (1300 metros de pista) que posee esta isla.
Nos dan la noticia de que nos vamos a la Península Antártica, a una base chilena llamada General Bernardo O'Higgins que es una de las principales bases antárticas chilenas, situada en el denominado Territorio Antártico Chileno, XII Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. Se llama así en honor al libertador chileno Bernardo O'Higgins Riquelme. Se ubica en la Península Antártica, en el islote Isabel Riquelme. Fue fundada el 18 de febrero de 1948 por el presidente Gabriel González Videla, siendo una de las bases antárticas más antiguas existentes en la actualidad.
La decisión de ir a esta base es sencilla, un pacto con el ejército chileno por el cual si nosotros llevábamos a 10 científicos chilenos a la Base O'Higgins ellos acogían en una de sus bases (Presidente Eduardo Frei) a 17 científicos de los "extra" que llevábamos en el Hespérides. De esta forma la vida a bordo sería más sencilla y la calidad de vida de los científicos mientras durase la espera del avión también mejoraba.
Nos pusimos entonces dirección Península Antártica, unas 9 horas de travesía en las que tuvimos que cruzar el Brandsfield, lo que provocó movimientos bruscos del barco.
En esta ocasión tuve la suerte de pasar varias horas de la madrugada en el puente de mando y mientras charlaba con oficiales de guardia pude tomar algunas fotos de grandes bloques de hielo, que en cuanto amaneció tornaron en un azul intenso. Me impacto mucho ver como algunos de estos icebergs (los más pequeños) pasaban bajo la quilla del barco, causando un fuerte ruido al chocar contra el casco.
Cuando ya estábamos a pocas millas de nuestro objetivo nos tuvimos que refugiar debido a fuertes vientos de 50 nudos que imposibilitaban el desembarco. Después de un par de horas de espera se decidió retornar a Rey Jorge...., otra vez...
La decisión de ir a esta base es sencilla, un pacto con el ejército chileno por el cual si nosotros llevábamos a 10 científicos chilenos a la Base O'Higgins ellos acogían en una de sus bases (Presidente Eduardo Frei) a 17 científicos de los "extra" que llevábamos en el Hespérides. De esta forma la vida a bordo sería más sencilla y la calidad de vida de los científicos mientras durase la espera del avión también mejoraba.
Nos pusimos entonces dirección Península Antártica, unas 9 horas de travesía en las que tuvimos que cruzar el Brandsfield, lo que provocó movimientos bruscos del barco.
En esta ocasión tuve la suerte de pasar varias horas de la madrugada en el puente de mando y mientras charlaba con oficiales de guardia pude tomar algunas fotos de grandes bloques de hielo, que en cuanto amaneció tornaron en un azul intenso. Me impacto mucho ver como algunos de estos icebergs (los más pequeños) pasaban bajo la quilla del barco, causando un fuerte ruido al chocar contra el casco.
Cuando ya estábamos a pocas millas de nuestro objetivo nos tuvimos que refugiar debido a fuertes vientos de 50 nudos que imposibilitaban el desembarco. Después de un par de horas de espera se decidió retornar a Rey Jorge...., otra vez...
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